El Centro de Estudios Interculturales Al-Riquti es una Asociación Cultural sin ánimo de lucro nacida bajo el patronazgo del Ayuntamiento de Ricote, cuya labor se centra en el fomento y difusión de la riqueza natural, histórica, artística y cultural del Valle de Ricote.

El CEIR evoca con este nombre la insigne personalidad de Muhammad ibn Ahmad al-Riquti, el polifacético maestro que dirigió la Escuela fundada por Alfonso X en Murcia en el siglo XIII. Esta iniciativa quiere contribuir a comprender mejor la riqueza, la diversidad y la especificidad de las tradiciones del Valle y su entorno, así como la aportación de Ricote a la Región de Murcia y el lugar que ocupa en la historia de nuestro país.

 

      

“Hace años, cuando llegaba a Ricote por vez primera, me encontré en el camino, como tantos viajeros que por allí han pasado, con un enorme y bellísimo olivo. Me bajé del coche para verlo bien. Me explicaron que era la Olivera Gorda y que acerca de ella se cuentan algunas leyendas. Escuché con delectación. Mirándola sentí que esta olivera milenaria, señora del Valle, guardiana ancestral de su memoria y sus raíces, es por excelencia el símbolo vivo de la villa y de toda la vega.

El olivo es un símbolo fundamental de las culturas y religiones del Mediterráneo desde la Antigüedad. Griegos, romanos, judíos, cristianos o musulmanes recurren por igual a su imagen preñada de sentidos. Del olivo procede la aceituna, de la cual se extrae el aceite que alimenta la llama del quinqué. Símbolo de la esencia (el aceite) y la llama interior,  el olivo también es el testigo de los tiempos. Por su tronco milenario fluye la savia de iberorromanos, visigodos, árabes y beréberes, españoles…, savia pagana, judía, cristiana y musulmana.

Por todo ello, a la hora de escoger un logo que represente al Centro de Estudios al-Riquti se ha recurrido al motivo de la Olivera del Valle. Se ha preferido una imagen esquemática y abstracta que posibilite diversas interpretaciones. En el logo, reproducido en esta página, puede apreciarse, inserta en un círculo, la olivera cuyas raíces -tres significando la tríada como principio de toda manifestación- penetran la tierra, mientras sus ramas -tres en correspondencia con las tres principales confesiones de ascendencia abrahámica- se alzan hacia el cielo. Cruza el tronco en el centro una línea ondulada que representa el horizonte, valle y montaña, separando el mundo inteligible del espíritu del mundo sensible de la manifestación.

Este símbolo polivalente es también Árbol de la Ciencia, Árbol de la Vida y Árbol del Universo. Además de su aspecto arbóreo, la imagen reproduce también la forma esquemática de un hombre (pensemos en el indalo almeriense) con sus extremidades superiores e inferiores  (la horizontal es una vez más, como su nombre indica, el horizonte).

Nótese que la imagen contiene también tres símbolos centrales en las llamadas Tres Culturas: el Hilal o luna creciente (mal llamada media luna) del Islam -correspondiente a los brazos brazos o las piernas de la imagen humana-, la cruz de la cristiandad que trazan desde el centro la vertical y la horizontal, y el candelabro de siete brazos (el octavo brazo inferior sería el soporte), la llamada Menorá de los judíos.

Por otra parte, esos siete brazos unidos al soporte simbolizan también las siete villas que conforman hoy el Valle de Ricote en la vega del curso medio del Segura y, si se quiere, siete ramas a partir de un tronco común (otro modo de interpretar el logo como olivera) que corresponden a los siete periodos capitales del Valle: poblamientos prehistóricos, iberos, romanos, visigodos,  musulmanes de al-Andalus, cristiandad española y modernidad.

Si se considera que los ocho extremos de la figura corresponden simbólicamente a la estrella de ocho puntas, presente en las tres tradiciones abrahámicas, estamos entonces ante el motivo del Trono divino sostenido por ocho arcángeles. El círculo en que la imagen se inserta representa así el círculo que comprende todas las manifestaciones, círculo de la existencia, o el círculo inclusivo del corazón que acoge todas las creencias".

Artículo de Pablo Beneito (Presidente del CEIR) para La Opinión con motivo de las Fiestas de Ricote de 2011. Para leer el artículo completo hacer clic aquí: (enlace)


(Fondo de esta web: acuarela "Olivera Gorda" de José Ato)